VIDEOLLAMADA

LA ATENCIÓN VIRTUAL A PARTIR DE LA EMERGENCIA SANITARIA POR COVID- 19 UN DESAFÍO QUE APELA A LA CREATIVIDAD EN LOS MODOS DE ABORDAJE TERAPÉUTICOS.

Con la emergencia sanitaria por covid- 19 en 2020 la atención psicológica tuvo que adoptar una nueva forma de hacer y encontrarse con otros- los y las pacientes a través de lo virtual, un espacio a habitar, a apropiarse para compartir diálogos y también juegos pero de una manera diferente. De tal modo, las pantallas de una computadora, el teléfono celular- dispositivo móvil-, devinieron en dispositivos terapéuticos, al servicio de la necesidad y demanda de lxs pacientes, impensado hasta hace unos años como modalidad sostenida en el tiempo.

Así es como lo actual y lo nuevo van de la mano del devenir experiencial propiciado por una situación impensada de emergencia sanitaria y con la potencia de lo digital traspasando fronteras físicas. Con estas condiciones se pudo pensar respecto a las posibilidades, alcances y usos de dispositivos móviles y/o tecnológicos, para la atención de pacientes.

Pensar en términos de satisfacer una demanda de asistencia psicológica nos llevó a los analistas a pensar la problemática en clave de época, y a analizar los conflictos desde la inmanencia de la situación. Refiere Lewkowikz “Una situación no es parte de un todo. La parte toma su consistencia de un todo. Pero la situación forja desde sí su propia consistencia” De allí surgen interrogantes ¿se trata de otro modo de presencia? ¿Qué efectos produce la presencia en lo virtual aún sin estarlo físicamente?

El avance de la tecnología y la comunicación por nuevas vías (lo digital) admite pensar en el orden de lo acontecimental Citando a Lewkowikz, “¿Dónde acontece un acontecimiento? diríamos que en ningún lugar: el acontecimiento va a generar el lugar en que acontece, pero no tiene domicilio.” Es en la videollamada entre paciente y analista que aparecen enunciaciones del tipo “yo sé que estás” “que bueno que estás acá”.

En la clínica con familias niños, niñas y adolescentes y en las sesiones virtuales particularmente, se observa el ambiente hogareño con sus disposiciones, mobiliario, juguetes, la decoración de un cuarto, algunos libros y cuadernos con escrituras, entre otros. Del mismo modo como analista compartimos lo novedoso de ese espacio, en donde parte del consultorio con su escritorio, quizás una biblioteca por detrás o ambientado a la manera de cada quien es parte de ese encuentro. Tomando a I. Lewkowicz, este refiere que una situación no admite observadores, sino que se habita desde dentro. De alguna manera, a habitar la situación, a presenciarla en conjunto desde la mirada, desde la voz, desde la “conexión”, podría decirse desde una disponibilidad que conduce a ser parte de una escena.

La interferencia en todo su tenor tecnológico, particularmente, forzó a los analistas a salir de un sistema de creencias sobre la manera de hacer nuestra práctica. En este sentido, los ha llevado a dejar de lado la comodidad de lo conocido, dando paso a lo novedoso y creativo. Sonia Kleiman, refiere que “todo dispositivo se define por su tenor de novedad y creatividad, marcando al mismo tiempo su capacidad de transformarse o de fisurarse en provecho de un dispositivo del futuro.

En esta línea, objeto de estudio y metodología de abordaje están en relación y en construcción. Pensamos que ésta modalidad de trabajo podría ser considerado un modo de socialización de la misma, en tanto ello permite pensar con otros modos posibles de lectura, abrir preguntas, interpelar sensibilidades, convocar voluntades y dar lugar a producciones creativas, máxime cuando se torna necesario volver a pensar los escenarios de la intervención, re-pensar aquello que sucede en la escena en clave de época. Lo tecnológico es parte de la época actual, esto resulta ineludible.

Pensar en situación, en escenas… Fluir, devenir con lo que allí sucede, acontece, en situación, resulta fundamental hoy en día, siendo importante comprender la capacidad de producir actualidad y la potencialidad que conlleva el trabajo desde la virtualidad a partir de las bondades de la tecnología y las diversas posibilidades que afloran y tenemos al alcance para viabilizar puentes de encuentro con lo otro, lo nuevo, lo actual, creativo, en pos de lograr efecto de presencia aún en la no presencialidad física, por medio de nuevos dispositivos que permiten habitar espacios, y propiciar devenir y experiencias subjetivantes.

Bibliografía:

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Sofia Gutierrez

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Psicóloga vincular de familias con niños, niñas y adolescentes